lunes, 8 de octubre de 2018

Unidad 2. 2. La dignidad humana y el concepto de alteridad

clip_image001
El 12 de octubre de 1492 la flota de Cristóbal Colón desembarca en las costas de Bahamas, iniciando con ello el encuentro de dos mundos y posteriormente la colonización del Nuevo Continente. En este proceso, las principales potencias europeas establecieron colonias con el objeto de expandir sus dominios desde el punto de vista económico, cultural y político; dicha colonización implico, entre otras cosas, el sometimiento de poblaciones completas, la desaparición de numerosas lenguas autóctonas, así como la distribución de importantes asentamientos y de su patrimonio cultura.
En la conquista de América había grupos de individuos con distintas creencias, costumbres y formas de percibir el mundo. A pesar de que detrás de este hecho existieron condiciones históricas que determinaron que los eventos se suscitaran de esta forma y no de otra, resulta útil para ejemplificar la nula empatía y el poco entendimiento que puede existir entre personas que, si bien no comparten la misma visión del mundo, comparten las mismas dimensiones que los hacen ser semejantes.
Independientemente de las creencias religiosas, de las tendencias políticas o de la apariencia física, los seres humanos necesitan relacionarse con sus semejantes para alcanzar la mayoría de sus metas. Por eso resulta muy importante aprender a ver a los demás como iguales a uno mismo, con los mismo derechos y posibilidades, respetando la dignidad humana y actuando con alteridad, para que las relaciones que se entablen sean efectivas y constructivas, basadas en el entendimiento y acuerdo mutuo.

2. 2. 1.                   La dignidad humana.

Cuando se dice que algo es digno es porque se quiere dar a entender que posee un valor; cuando se habla de dignidad humana, se hace referencia al valor intrínseco de cada ser humano.
El ser humano tiene libertad de acción y autogobierno. Esta condición le permite ser dueño de sí mismo, por lo que nunca podrá ser propiedad de otro (naturalmente, tampoco deberá someter o privar de su libertad a otros).
Así, reconocer la dignidad humana significa aceptar el derecho que cada individuo tiene sobre una propia libertad y voluntad, independientemente de las diferencias. El concepto de dignidad humana ha sido objeto de muchas disertaciones filosóficas, desde Platón hasta la actualidad.
A través de la argumentación que se expresa en la “Fundamentación de la metafísica” puede entenderse que nuestra condición racional nos permite ser tratados como seres dignos per si y no como objetos para que otro alcance, a través de nosotros, algún fin.
De esto se desprende que el asesinato, tortura, tráfico de personas, violación, venta de órganos para trasplante, prostitución infantil, secuestro, persecución política o religiosa, explotación de menores y migrantes, terrorismo, entre otros, sean calificados como crímenes contra la humanidad.
Lo anterior está implícito en el artículo I de la Declaración Universal de Derechos Humanos (Organización de las Naciones Unidas 2009): “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
Retomando las ideas expuestas hasta ahora, se puede concluir que los seres humanos somo seres complejos y libres, dotados de racionalidad y por esta razón de dignidad, misma que le confiere igualdad ante sus congéneres, independientemente de su condición.

2. 2. 2        La alteridad.

Alteridad es un concepto acuñado por el filósofo francés Emmanuel Levinas (1906 – 1995) que designa la disposición de trascender la propia visión del mundo y ver a los otros seres humanos desde diversas perspectivas partiendo del conocimiento y reconocimiento de su dignidad intrínseca (Universidad Autónoma de México, 2010).
Esta disposición permite entender mejor a nuestros semejantes y aceptarlos a pesar de las diferencias existentes, creando así un entorno de respeto, diálogo y colaboración. En este sentido se asemeja a la empatía, definida comúnmente como la capacidad de “ponerse en los zapatos del otro”
Actualmente es frecuente escuchar frases como “el que no tranza no avanza”, “a que lloren en mi casa, mejor que lloren en la del vecino”, “primero yo, luego yo y al último yo”, “tanto dinero tienes, tanto vale”. Se trata de parámetros de conducta que reflejan la escasa capacidad empática, la nula consideración de la dignidad humana y, por ende, la ignorancia que existe en torno al valor que posee el ser humano.
La dignidad humana y el concepto de alteridad, como directrices de conducta, buscan una convivencia social basada en el respeto del valor intrínseco de cada individuo, así como el respeto a cada persona en sí.
En una sociedad así, habría ética, justicia económica y social, en la que cada individuo debería actuar reconociendo en sí mismo al otro, de modo que el trato que dé a sus semejantes sea el mismo que se procura a sí mismo, bajo el supuesto de que cada individuo es relevante por el solo hecho de ser humano.

2.2.3        La dignidad moral.

A diferencia de la dignidad humana, que es permanente e intransferible, la dignidad moral varía según el comportamiento moral de la persona, en función de los principios morales que guían sus aspectos.
Lamentablemente, hay muchos ejemplos de personajes con escasa o nula dignidad moral. Para muestra, basta mencionar el caso de los propietarios de la marca de leche china Sanlu Group, quienes adulteraban con melamina[1] sus productos, los cuales eran consumidos por bebes de tres a seis meses de edad.
Su objetivo era obtener mayores ganancias económicas sin importar que pudiese dañar a salud de los infantes. Esta acción afectó a 53 mil niños, quienes presentaron cálculos renales. En este caso el delito fue haber otorgado más valor al dinero que a la salud y la vida humana.

2.2.4        ¿Por qué es importante el respeto y entendimiento a los demás?

La fortaleza de la raza humana radica en su condición social. Así, la colaboración y el respeto entre humanos es capaz de generar grandes logros y el bienestar de los integrantes de una sociedad.

“Somos libres cuando conocemos y reconocemos lo que somos, cuando somos conscientes de la esencia que poseemos y la dignidad humana que nos caracteriza, enalteciendo nuestra propia autoestima, desarrollando valores y dignidad moral y definiendo lo que queremos ser y qué haremos para conseguirlo. (Emmanuel Levinas (en Garzón Z, 2014)



[1] La melamina es un químico que dota de mayor consistencia a los líquidos, sin embargo, puede provocar la formación de piedras en el tracto urinario del cuerpo humano.

Unidad 2. 1. Antecedentes normativos en suelos

  Es importante conocer los sistemas normativos con respecto a la contaminación del suelo, dado que son estos los que regulan los límit...