domingo, 14 de octubre de 2018

Unidad 2. 3. Inteligencia emocional


La comunicación constituye una de las formas por medio de las cuales los seres humanos interactúan, o laboral y establecen relaciones interpersonales.

El contenido de la comunicación es un elemento que distingue decisivamente la interacción humana de cualquier otra especie.

La comunicación humana es cooperativa debido a que existe un intercambio de información en el que los interlocutores, en mayor o menor medida, saben o presuponen qué tanto sabe que el otro sobre un tema, de modo que son capaces de dosificar la información para producir el efecto comunicativo deseado, por ejemplo, la educación, el diseño y la publicidad.

En épocas pasadas el término inteligencia solo se relacionada con las habilidades de pensamiento que permiten comprender y abstraer, por ejemplo, al resolver ejercicios matemáticos.

Actualmente se reconoce que este tipo de inteligencia no es la única ni la más importante pues las emociones y los sentimientos también forman parte esencial de nuestro ser ya que determina la forma en la que nos relacionamos con nuestro núcleo social y debíamos con las situaciones de la vida diaria a nivel afectivo. Así, al tomar en cuenta la formación emocional del individuo, se considera su formación integral.

2.3.1.     La inteligencia emocional.


Ser emocionalmente inteligentes nos permite evaluar de forma correcta lo que sentimos y comprender lo que ocurre a los demás, de tal forma que se puede tomar decisiones creativas y mejorar el desarrollo social.

Según Mayer y Salovey (1997, pág. 10) “la inteligencia emocional e incluyen la habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando facilitan pensamientos; la habilidad de comprender la emoción y el conocimiento emocional; y la habilidad de regular las emociones para promover crecimiento emocional e intelectual”. La inteligencia emocional se refiere a un“pensador con un corazón” (a thinker with a heart) que percibe, comprende y maneja las relaciones sociales.

Sin embargo, se puede decir que el origen de este se remite a Howard Gardner y, en 1983, propuso la teoría de las inteligencias múltiples, de la cual se deriva el trabajo realizado por Mayer y Salovey.

Garner se opuso a la concepción comúnmente aceptada de inteligencia, entendida como la facultad de conocer, aprender, pensar, razonar y resolver problemas, la cual puede ser medida a través de pruebas para determinar el coeficiente intelectual Ponte, una vez de estado, propuso que las competencias cognitivas de las personas se describen mejor en términos de un conjunto de habilidades, talentos o capacidades mentales a los que denominó inteligencias.

Gardner sugirió la existencia de siete inteligencias básicas (a las cuales se añadió la naturalista posteriormente), las cuales se describen a continuación:

clip_image002Lógica-matemática: es el talento para llevar a cabo procesos lógicos, abstractos, concretos y numéricos, que involucran en sí mismos una serie de procedimientos matemáticos.

Verbal-lingüística: es la capacidad de emplear palabras eficazmente, ya sea de forma oral o escrita. Comprende la habilidad de manipular la sintaxis, la fonética y la semántica de lenguaje.

Visual-espacial: habilidad para ubicar y ubicarse correctamente en el espacio, representa gráficamente las ideas, para proyectar planos, etc. Implica ser sensible al color, las formas, las figuras, el espacio y la relación existente entre estos elementos.

Física o kinestésica: habilidad para utilizar el cuerpo con coordinación muscular fina en distintas partes del cuerpo. Comprende habilidades como el equilibrio o la destreza para usar el cuerpo, la fuerza, la velocidad, entre otras.

Musical: talento para percibir, distinguir, transformar y expresaron sonidos y formas musicales. Comprende la facultad para discernir entre los sonidos ambientales, la voz, los instrumentos que intervienen en una canción, la melodía, el compás, etc..

Interpersonal: se refiere a las relaciones sociales y está ligada con la facultad de percibir y distinguir los estados de ánimo, intenciones, motivos, deseos y sentimientos de otras personas a través de sus expresiones faciales, su voz y sus gestos. Se manifiestan en la habilidad de comunicarse claramente con otras personas y de trabajar en equipo.

Intrapersonal: implica el conocimiento mi propio y la habilidad de actuar conforme a ese conocimiento; se refleja en la manera en que cada uno se ve, asimismo, la aptitud para reconocer los estados de ánimo propios, las motivaciones, los deseos, el temperamento o la autodisciplina.

Naturalista: se denota en quien gusta observar y estudiar la causa y efecto de todo lo que tiene que ver con la naturaleza, se manifiesta en la aptitud para cuidar plantas, animales o al ambiente y general.

Todas las personas poseen ocho inteligencias, lo que varía es la forma en la que se relacionan entre ellas y el grado en que cada uno las desarrollo.

Las inteligencias interactúan siempre entre sí, por ejemplo, al conducir un auto se utilizan no sólo la inteligencia física, también se emplearon:

·         Inteligencia verbal: leer los señalamientos, y ya sean textuales o simbólicos.

·     Inteligencia lógica matemática: calcular la velocidad y el tiempo para llegar a un destino.

·         Inteligencia interpersonal: respetar al peatón.

·     Inteligencia intrapersonal: cuidara nuestra personal ponernos el cinturón de seguridad.

·         Inteligencia musical: estar alerta y distinguir sonidos emitidos por nuestro auto y otros autos.

·         Inteligencia espacial: cuidar el no invadir otro carril para no causar accidentes.

·         Inteligencia naturalista: afinar el auto para no contaminar demasiado.

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La inteligencia emocional se deriva de dos de las propuestas hechas por Gardner, la intrapersonal y la interpersonal. Conforme las ideas de Mayer y Salovey fueron tomando relevancia entre los estudiosos de la mente y la conducta humana, aparecieron teóricos que profundizaron en ellas, dando como resultado el desarrollo de lo que hoy se entiende como inteligencia emocional.

Dentro de las posturas más destacadas se encuentra la de Daniel Goleman (2009), cuyo modelo para el desarrollo de la inteligencia emocional propone las siguientes habilidades:

·         Conocer las emociones propias.

·         Reconocer las emociones de los demás.

·         Estimular la propia motivación.

·         Manejar las relaciones interpersonales con alteridad.

2.3.2.  ¿Por qué son importantes nuestras emociones?


Las emociones son importantes en diversas formas:

·         Permiten preservar nuestra vida.

·         Impulsan a tomar decisiones.

·         Alertan ante determinadas situaciones.

·         Ayudan a comunicarnos con los demás e integrarnos a la sociedad.

En concreto, son fenómenos psicofisiológicos, es el resultado de la evolución de la especie, que nos permiten interactuar con la gente y las cosas.

Cuando nos sentimos incómodos en presencia de determinadas personas, nuestras emociones nos alertan y nos ayudan a delimitar nuestras fronteras, mismas que nos permiten proteger nuestra salud física y mental. También nos sirven para comunicarnos con los demás, así sabemos cuándo alguien siente dolor simplemente por sus gestos.

Sin embargo, ser emocionalmente inteligente no significa regirnos por nuestras emociones. El uso pleno de la libertad implica saber controlar dichas emociones, conocernos y así tomar las mejores decisiones. De esta forma, ser emocionalmente inteligente implica ser preceptivos a lo que sentimos, analizar nuestras emociones y actuar en consecuencia con ellas, pero siempre anteponiendo la reflexión. 

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