La comunicación constituye una de las formas por medio
de las cuales los seres humanos interactúan, o laboral y establecen relaciones
interpersonales.
El contenido de la comunicación es un elemento que
distingue decisivamente la interacción humana de cualquier otra
especie.
La comunicación humana es cooperativa debido a que
existe un intercambio de información en el que los interlocutores, en mayor o
menor medida, saben o presuponen qué tanto sabe que el otro sobre un tema, de
modo que son capaces de dosificar la información para producir el efecto
comunicativo deseado, por ejemplo, la educación, el diseño y la
publicidad.
En épocas pasadas el término inteligencia solo se
relacionada con las habilidades de pensamiento que permiten comprender y
abstraer, por ejemplo, al resolver ejercicios
matemáticos.
Actualmente se reconoce que este tipo de inteligencia
no es la única ni la más importante pues las emociones y los sentimientos
también forman parte esencial de nuestro ser ya que determina la forma en la que
nos relacionamos con nuestro núcleo social y debíamos con las situaciones de la
vida diaria a nivel afectivo. Así, al
tomar en cuenta la formación emocional del individuo, se considera su formación
integral.
2.3.1. La inteligencia emocional.
Ser emocionalmente inteligentes nos permite evaluar de
forma correcta lo que sentimos y comprender lo que ocurre a los demás, de tal
forma que se puede tomar decisiones creativas y mejorar el desarrollo
social.
Según Mayer y Salovey (1997, pág. 10) “la inteligencia
emocional e incluyen la habilidad para percibir con precisión, valorar y
expresar emoción; la habilidad de acceder y/o generar sentimientos cuando
facilitan pensamientos; la habilidad de comprender la emoción y el conocimiento
emocional; y la habilidad de regular las emociones para promover crecimiento
emocional e intelectual”. La inteligencia emocional se refiere a un“pensador
con un corazón” (a
thinker with a heart) que percibe, comprende y maneja las relaciones
sociales.
Sin embargo, se puede decir que el origen de este se
remite a Howard Gardner y, en 1983, propuso la teoría de las inteligencias
múltiples, de la cual se deriva el trabajo realizado por Mayer y
Salovey.
Garner se
opuso a la concepción comúnmente aceptada de inteligencia, entendida como la
facultad de conocer, aprender, pensar, razonar y resolver problemas, la cual
puede ser medida a través de pruebas para determinar el coeficiente intelectual
Ponte, una vez de estado, propuso que las competencias cognitivas de las
personas se describen mejor en términos de un conjunto de habilidades, talentos
o capacidades mentales a los que denominó
inteligencias.
Gardner sugirió la existencia de siete inteligencias
básicas (a las cuales se añadió la naturalista posteriormente), las cuales se
describen a continuación:
Lógica-matemática: es el talento para llevar a
cabo procesos lógicos, abstractos, concretos y numéricos, que involucran en sí
mismos una serie de procedimientos matemáticos.
Verbal-lingüística: es la capacidad de emplear
palabras eficazmente, ya sea de forma oral o escrita. Comprende la habilidad de
manipular la sintaxis, la fonética y la semántica de
lenguaje.
Visual-espacial: habilidad para ubicar y
ubicarse correctamente en el espacio, representa gráficamente las ideas, para
proyectar planos, etc. Implica ser sensible al color, las formas, las figuras,
el espacio y la relación existente entre estos
elementos.
Física o kinestésica: habilidad para utilizar el
cuerpo con coordinación muscular fina en distintas partes del cuerpo. Comprende
habilidades como el equilibrio o la destreza para usar el cuerpo, la fuerza, la
velocidad, entre otras.
Musical: talento para percibir, distinguir,
transformar y expresaron sonidos y formas musicales. Comprende la facultad para
discernir entre los sonidos ambientales, la voz, los instrumentos que
intervienen en una canción, la melodía, el compás,
etc..
Interpersonal: se refiere a las relaciones
sociales y está ligada con la facultad de percibir y distinguir los estados de
ánimo, intenciones, motivos, deseos y sentimientos de otras personas a través de
sus expresiones faciales, su voz y sus gestos. Se manifiestan en la habilidad de
comunicarse claramente con otras personas y de trabajar en
equipo.
Intrapersonal: implica el conocimiento mi propio
y la habilidad de actuar conforme a ese conocimiento; se refleja en la manera en
que cada uno se ve, asimismo, la aptitud para reconocer los estados de ánimo
propios, las motivaciones, los deseos, el temperamento o la
autodisciplina.
Naturalista: se denota en quien gusta observar y
estudiar la causa y efecto de todo lo que tiene que ver con la naturaleza, se
manifiesta en la aptitud para cuidar plantas, animales o al ambiente y
general.
Todas las personas poseen ocho inteligencias, lo que
varía es la forma en la que se relacionan entre ellas y el grado en que cada
uno las desarrollo.
Las inteligencias interactúan siempre entre sí,
por ejemplo, al conducir un auto se utilizan no sólo la inteligencia física,
también se emplearon:
· Inteligencia
verbal: leer los señalamientos, y ya
sean textuales o simbólicos.
· Inteligencia
lógica matemática: calcular la
velocidad y el tiempo para llegar a un
destino.
· Inteligencia
interpersonal: respetar al
peatón.
· Inteligencia
intrapersonal: cuidara nuestra
personal ponernos el cinturón de seguridad.
· Inteligencia
musical: estar alerta y distinguir
sonidos emitidos por nuestro auto y otros
autos.
· Inteligencia
espacial: cuidar el no invadir otro
carril para no causar accidentes.
· Inteligencia
naturalista: afinar el auto para no
contaminar demasiado.
La inteligencia emocional se deriva de dos de las
propuestas hechas por Gardner, la intrapersonal y la interpersonal. Conforme las
ideas de Mayer y Salovey fueron tomando relevancia entre los estudiosos de la
mente y la conducta humana, aparecieron teóricos que profundizaron en ellas,
dando como resultado el desarrollo de lo que hoy se entiende como
inteligencia emocional.
Dentro de las posturas más destacadas se encuentra la
de Daniel Goleman (2009), cuyo modelo para el desarrollo de la inteligencia
emocional propone las siguientes habilidades:
· Conocer las emociones
propias.
· Reconocer las
emociones de los demás.
· Estimular la propia
motivación.
· Manejar las
relaciones interpersonales con alteridad.
2.3.2. ¿Por qué son importantes nuestras emociones?
Las emociones son importantes en diversas
formas:
· Permiten preservar
nuestra vida.
· Impulsan a tomar
decisiones.
· Alertan ante
determinadas situaciones.
· Ayudan a comunicarnos
con los demás e integrarnos a la sociedad.
En concreto, son fenómenos psicofisiológicos, es el
resultado de la evolución de la especie, que nos permiten interactuar con la
gente y las cosas.
Cuando nos sentimos incómodos en presencia de
determinadas personas, nuestras emociones nos alertan y nos ayudan a delimitar
nuestras fronteras, mismas que nos permiten proteger nuestra salud física y
mental. También nos sirven para comunicarnos con los demás, así sabemos cuándo
alguien siente dolor simplemente por sus gestos.
Sin embargo, ser emocionalmente inteligente no
significa regirnos por nuestras emociones. El uso pleno de la libertad
implica saber controlar dichas emociones, conocernos y así tomar las mejores
decisiones. De esta forma, ser emocionalmente inteligente implica ser
preceptivos a lo que sentimos, analizar nuestras emociones y actuar en
consecuencia con ellas, pero siempre anteponiendo la
reflexión.