Al
contemplar a la sociedad, a la economía y al medio ambiente como entidades
separadas, que, no obstante, forman parte de la comunidad sin estar
relacionadas, los problemas se vislumbran, igualmente, como tópicos aislados.
Con base en este paradigma, cada entidad pública va por su lado. Esto es, como
si ésta estuviera compuesta de tres partes separadas: economía, social y
ambiental, y que no se imbrican, como se muestra en la figura 1, dejando de
lado todos los anexos entre la economía, la sociedad y el medio ambiente de esa
comunidad. De este modo, la intención de los consejos para el desarrollo
económicos es la creación de empleos. Por su parte, la seguridad social se
enfoca en los servicios que resguarden la salud y la vivienda, en tanto que los
esfuerzos que realizan las oficinas del medio ambiente procuran la prevención y
rectificación de los problemas ocasionados por la contaminación.
Este
enfoque poco sistemático, puede generar un número importante de efectos
colaterales negativos, como señala Díaz Coutiño (2011):
· Las soluciones de un problema pueden generar otro,
por ejemplo, el caso de construir viviendas cerca de los centros de trabajo
tiene como resultado la disminución del tránsito vehicular y la contaminación
que este genera, aunque el hecho de construir estas viviendas genera aumento o
crecimiento poblacional, generación de residuos sólidos, aumento en el uso de
energía, agotamiento y contaminación de recursos naturales, entre
otros.
· Las soluciones poco sistemáticas tienden a crear
grupos de opuestos. A menudo se escucha el siguiente argumento: “si los
ambientalistas ganan, la economía sufriría”. El punto de vista opuesto es: “si
las empresas ganan, el medio ambiente será destruido”.
· Las soluciones no sistemáticas tienden a centrarse
en los beneficios a corto plazo, sin poner atención en los resultados a largo
plazo; por ejemplo, el pesticida DDT pareció ser una buena solución para el
control de las plagas, pero en el largo plazo su efecto resulto
devastador.
Ilustración 1
Comunidad separada en tres partes. Basado en Díaz Coutiño
(2001)
En
vez de continuar con el enfoque no sistemático, lo que se requiere es un punto
de vista en el que la comunidad tome en cuenta las relaciones entre la economía,
el medio ambiente y la sociedad como se muestra en la figura
2.
Ilustración 2
Comunidad relacionada en sus tres dimensiones.
Las
acciones que se llevarán a cabo para mejorar las condiciones de una comunidad
que transita hacia la sustentabilidad deberán tomar muy en cuenta estas
relaciones. Como se muestra en la figura 2, estas relaciones se pueden
representar en forma circular, en donde cada circulo representa una dimensión
que comprende a otra dimensión.
Ahora
observa la figura 3, en la que podrás ver cómo la economía se halla dentro de la
sociedad, dado que todas las partes de la economía humana requieren de la
interacción entre toda la gente. Sin embargo, la sociedad es algo más que la
economía; también se constituye de familias, música, arte, religión y valores,
todos elementos importantes. La sociedad actual existe totalmente dentro del
medio ambiente, así como la energía y las materias primas para los hogares, el
transporte y los productos de los que dependemos.
Ilustración 3 La
economía existe dentro de la sociedad, y ambas dentro del medio ambiente. Basado
en Díaz Coutiño (2011).
En
términos ambientales, el desarrollo sustentable supone que la economía sea
circular, que se produzca un cierre de
ciclos en un intento por imitar a la naturaleza. Es decir, los sistemas
productivos se diseñan para utilizar únicamente recursos y energías renovables,
para no producir residuos, ya que esto vuelven a la naturaleza o se convierten
en input de otro producto
manufacturado. Al operar, este modelo considera el ciclo vital del producto
completo, desde la extracción hasta el producto final del residuo cuando su
vida útil termina (Artaraz, 2002).
Ilustración 4
Interacción de las dimensiones del desarrollo
sustentable.