El objetivo del desarrollo urbano sostenible ha surgido y engendrado numerosas teorías de asentamientos urbanos, incluyendo la "Ciudad sana", "Ciudad sostenible", "Ciudad baja en carbono", "Ciudad orientada al tránsito", "Ciudad compacta", "Ciudad inteligente", "Ciudad verde" y "Ciudad habitable". Estas teorías pueden surgir con diferentes preocupaciones en diferentes áreas, pero todas comparten una idea central y un objetivo final: lograr el máximo desarrollo con un consumo mínimo de recursos y un impacto ambiental para garantizar el bienestar de los humanos y la Tierra.
El desarrollo urbano sostenible es, de hecho, un concepto de varias capas. Sintetiza el desarrollo de la tierra y la preservación de la naturaleza. También se refiere a la capacidad de la naturaleza para apoyar sus actividades, la vitalidad de una ciudad como un sistema complejo y la calidad de vida de sus habitantes. En otras palabras, el desarrollo urbano sostenible abarca muchos campos de actividad, como la protección del medio ambiente, el desarrollo humano y el bienestar de los habitantes. Sin embargo, a pesar de todas las discusiones, no se ha producido un significado único o acordado.
Teniendo en cuenta todas las preocupaciones mencionadas anteriormente, este estudio propone definir el desarrollo urbano sostenible como la capacidad de cualquier asentamiento humano significativo para mantener la calidad ambiental y la capacidad de carga, para apoyar el desarrollo y la gestión socioeconómica, y para proporcionar servicios y medios de vida suficientes a todos los habitantes actuales y futuros. Es decir, la realización práctica y plena de la sostenibilidad solo puede tener lugar en la superposición, o la dinámica, entre las tres capacidades fundamentales.
Innumerables países se enfrentan ahora al mismo desafío: cómo diseñar y desarrollar asentamientos urbanos sostenibles. La planificación ambiental en este sentido es muy parecida a un proceso de resolución de problemas. También debemos tener en cuenta que para que cualquier planificación ambiental sea sostenible, debe tener en cuenta los factores ambientales, sociales, políticos, económicos, de gobernanza y éticos que pueden influir y determinar la relación entre los sistemas naturales y humanos. Todas las inquietudes deben abordarse de manera equilibrada a fin de generar decisiones y políticas equilibradas.
El desarrollo sostenible no se puede lograr sin transformar significativamente la forma en que construimos y gestionamos nuestros espacios urbanos.
El rápido crecimiento de las ciudades, como resultado del aumento de la población y el aumento de la migración, ha llevado a un auge en las megaciudades, especialmente en el mundo en desarrollo, y los barrios bajos se están convirtiendo en una característica más importante de la vida urbana.
Hacer que las ciudades sean sostenibles significa crear oportunidades profesionales y comerciales, viviendas seguras y asequibles, y construir sociedades y economías resilientes. Implica la inversión en transporte público, la creación de espacios públicos verdes y la mejora de la planificación y gestión urbanas de manera participativa e inclusiva.
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