La
Revolución Mexicana (1910 -1920) fue un proceso histórico que generó
modificaciones estructurales sin precedentes para la historia de nuestro país.
Hoy en día es necesario entender las causas y consecuencias que le dieron origen
y su desenlace, puesto que sigue siendo referente para la construcción de
identidad nacional, además de ser un episodio histórico de la historia del siglo
XX, que junto con la Primera Guerra Mundial (1914 – 1919) y la Revolución Rusa
(1917), son coordenadas históricas que permiten explicar nuestro
presente.
1.1 Contexto socio económico histórico del país hasta el porfiriato.
Las
condiciones políticas y el comportamiento de la economía durante el siglo XIX
mexicano estuvieron marcadas por las relaciones políticas y sociales heredadas
de la época virreinal, es decir, con reducidas fuerzas productivas de crecimiento
económico. Durante el México independiente (1821 – 1888) se generó un
estancamiento de las fuerzas productivas de la economía nacional o interna,
principalmente por el carácter destructivo de la guerra de independencia y la
inestabilidad política (más de 50 años de vida independiente, en 50
gobiernos).
Otros
elementos que le restaron fuerza a la organización de la vida productiva fueron
la guerra contra Francia y otra con los Estados Unidos de América. Uno de los
factores que, a finales del siglo XIX, restaron condiciones a la creación de un
mercado interno sostenido fue el bandolerismo que atentaba contra la estabilidad
de algunos sectores comerciales, tanto a comerciantes o distribuidores de
mercancías como a quienes demandaban tales mercancías, así como el control del
sector agrario por cacicazgo y terratenientes que no permitieron el impacto
social del crecimiento.
Durante
el Porfiriato se generó un fenómeno económico de crecimiento lento, pero
sostenido, con un eje centralizador basado en el poder político expresado en el
caudillo, sujeta tal que impregnaba de confianza a los inversionistas que darían
forma a la oligarquía de finales del
siglo XIX e inicio del XX; esta característica del gobierno mantuvo y estabilizó la inversión privada principalmente norteamericana, inglesa y francés. Este
gobierno hizo uso de una especie de política conciliadora entre las fuerzas
internas o crecientes en la oligarquía de los científicos y externas emanadas
principalmente de los importantes centros comerciales
internacionales.
Durante
este gobierno, específicamente en 1884, como resultado la fusión del Banco
Nacional Mexicano (de capital francés) y el Banco Mercantil Mexicano (de
capitales mexicanos y españoles) se fundaron el Banco Nacional de México.
También en 1886 el Banco de Londres, México y Sudamérica (fundado en 1864) se
transformó en el Banco de Londres y México; así como en 1888 el Banco
Hipotecario Mexicano se transformó en Banco Internacional e Hipotecario de
México; estas fusiones y transformaciones de las instituciones bancarias
permitieron una efectiva recuperación durante los episodios de devaluación y
recesión a comienzos del siglo XX.
La
fiscalización de los gobiernos liberales, previos al Porfiriato, dan muestra del
crecimiento económico lento y sostenido al cual nos referimos; por ejemplo, en
1867 la tributación se encontraba, como desde tiempos coloniales, por medio de
un sistema de alcabalas que con gran esfuerzo podrían acumular 17 millones de
pesos para la función pública; para 1911 el sistema tributario se encontraba
saneado por medio de cargos
fiscales, con la eliminación de la alcabala y con la creación “moderna” de pagos
de impuestos, dando por resultado una suma de ingresos que se encontraban
alrededor de los 115 millones de pesos.
La
restauración de las operaciones monetarias, de la misma forma, logró regular la
concentración de metales preciosos como oro, plata y su respectiva acuñación por
parte de la Casa de La Moneda de México, dándole mayor solidez a la circulación
de metales y transacciones de carácter comercial o mercantil, tanto a nacionales
como a extranjeros. La incorporación del papel moneda también aportó al control
de la fuga de plata y oro, aunado el hecho de tener mayor supervisión en la
emisión de moneda, cabe mencionar que en 1905 la moneda de circulación básica
era de plata y con adherencia al patrón-oro, del sistema monetario
internacional, se vio deteriorado su precio y reducido a la mitad en comparación
del dólar. Por una parte, se fortalecía el control por parte del gobierno
central y por otra se reducía su valor en su circulación.
Ilustración 1
Zapatistas en tren Nacional, Morelos, México 1911
Respecto
a los sectores productivos de la economía nacional a continuación se señalan sus
principales características. El sector agrícola tuvo un ligero crecimiento, ya
que se encontraba con muy baja industrialización, debido a la escasa aplicación
de innovadores sistemas o mecanismo productivos dado el hecho de una mínima
incorporación e importación de tecnología y técnicas que acelerarán tales
procesos productivos; aunado el hecho de no hacer sectores sociales o gremiales
de esta rama que estuviesen organizados como para poder llevar a cabo un
proyecto de financiamiento, ya sea con capital nacional o extranjero. Quienes lo
estaban formaban parte del gobierno y eran parte de la
oligarquía.
El
sector industrial experimento, de la misma forma, un ligero crecimiento, pero
con varias innovaciones, lateralmente vinculado al crecimiento demográfico
nacional y al aumento de la demanda en el exterior de materias primas; de hecho,
suele considerarse un periodo de crecimiento del mercado nacional a partir de la
extensión del sistema de comunicaciones y transportes.
Las
ramas de manufacturas de mayor crecimiento fueron la textil, la de bebidas,
calzado, tabaco y conservas. Además de la nuevas industrias como la del cemento,
la química y el hierro. La producción de metales preciosos (oro y plata) obtuvo
un crecimiento histórico en 1910, puesto que constituye la mitad de las
exportaciones; también los metales industriales como el plomo, cobre y zinc se
abrieron camino en la economía. Aunado al hecho de que la explotación del
petróleo se inicia en 1900. Los factores de crecimiento económico, lento pero
sostenido, se pueden explicar de la siguiente manera. El comportamiento de la
expansión comercial del mercado interno fue generado por:
1. El crecimiento demográfico.
2. La ampliación en el sistema de
transportes.
3. La eliminación del sistema tributario sobre la base
de las alcabalas y un sistema tributario con mayor recaudación, dando por
resultado el fortalecimiento de las finanzas públicas.
|
El
crecimiento del comercio exterior es generado por:
|
La
ampliación del sistema bancario de la época favoreció a empresas e
inversionistas privados a la reestructuración de la regulación monetaria
aportaron a la realización de actividades comerciales y el flujo de capitales al
interior del territorio nacional; tales elementos favorecieron el incremento de
la inversión extranjera.
Los
efectos, en términos económicos,
con el episodio de la Revolución Mexicana y su fase armada dieron por resultado
la afectación del sistema económico construido por la oligarquía de los
científicos, principalmente por:
1) Los diversos préstamos forzosos a fuerzas económicas
extranjeras – principalmente al gobierno norteamericano -, de parte de los
revolucionarios, así como del gobierno mismo, lo cual condujo a la
descapitalización y al aumento de la deuda externa.
2) El desorden en la emisión de papel moneda se hizo
presente de manera evidente y problemática durante la fase
armada.
3) La incautación de bancos.
Sin
mencionar los innumerables destrozos materiales.
Como
podemos apreciar las tasas de crecimiento de la producción agrícola para 1895
eran de 4.4%; de 1910 a 1921 se redujo a -5.25%; las exportaciones de la misma
rama en 1910 eran de 31.6%, para 1921 se redujo a 3.3%. en el mismo tono la
producción minera de 1910 contaba con un ingreso de 1,309 millones de pesos y
para 1921 se redujo a 620 millones de los mimos; la producción manufacturera,
por su parte, se pudo recuperar del nivel que tenía en 1910 hasta
1922.
Todo
ello nos muestra que la desarticulación de la economía (en términos monetarios y
fiscales) dio por resultado una contracción del flujo de capital alterando la
iniciativa privada y las mínimas inversiones del Estado en estas ramas de la
producción. Serán la revolución y su fase armada la que interrumpa en la modernización
porfirista.
1.2 contexto político que explica el origen de la Revolución Mexicana (1910 -1920)
La
Revolución mexicana (1910-1920) fue un proceso histórico que generó
modificaciones estructurales sin precedentes para la historia de nuestro país.
Hoy en día es necesario entender las causas y consecuencias que le dieron origen
y su desenlace, puesto que sigue siendo referente para la construcción de
identidad nacional, además de ser un episodio histórico de la historia del siglo
XX, que junto con la Primera Guerra Mundial (1914-1919) y la Revolución Rusa
(1917), son coordenadas históricas que permiten explicar nuestro
presente.
El
comienzo de la Revolución Mexicana se ha considerado oficialmente el 20 de
noviembre de 1910 y su término el 5 de febrero de 1917 con la promulgación de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Este movimiento abrió el
camino para los cambios en la estructura económica, política y social de México
en el Siglo XX. Para ubicar el sentido histórico de esta lucha, es necesario
empezar por conocer el contexto y causas que lo originaron.
El
periodo de gobierno de Porfirio Díaz abarcó desde 1876 hasta 1911, excepto
cuatro años en los que ocupó la presidencia el General Manuel González (1880 –
1884). Por su largo mandato, a este periodo se le conoce como el Porfiriato,
en el cual se agudizaron las contradicciones sociales, políticas y económicas
del país.
Durante
el Porfiriato la economía mexicana se sintonizo con el crecimiento del
capitalismo a escala global, desarrollando las fuerzas productivas debido a dos
acontecimientos:
a. La expansión que el capitalismo a nivel mundial dio
como resultado el empleo de las nuevas técnicas mecanizadas en la
producción.
b. Aunque la burguesía nacional quedo en una posición
de desventaja frente a la inversión extranjera de capital que obtuvo
extraordinarias facilidades de acción, esta situación fue favorable para la
estructura económica y productiva del país.
En
1900 da inicio la explotación industrial del petróleo en México, con capital
predominantemente norteamericano, de ese modo la economía nacional alcanzó un
apogeo extraordinario para los capitalistas extranjeros, por lo tanto, el
gobierno de Porfirio Díaz no obtuvo mejores condiciones
económicas.
El
desarrollo de la vía ferroviaria fue obra del imperialismo para poder sacar del
país las riquezas mineras y facilitar su traslado. Lamentablemente se les
concedieron muchos beneficios a las industrias extranjera para las grandes
exploraciones minerales y petroleras, situación que no trajo ganancias para la
economía del país y años más tarde generó conflictos
internacionales.
La vida
cultural e intelectual de la burguesía y estratos altos de funcionarios y
burocracia e intelectuales de México, durante el Porfiriato estuvo fuertemente
influenciada por modas extranjeras como las francesas. Durante el siglo XIX la
corriente intelectual y artística de Francia se reflejó en México, amalgamando
una suerte de conciencia mexicana de raíz indígena, española y
francesa.
Para
el cuarto periodo de reelección de Porfirio Díaz surge el grupo llamado Los científicos conformado por hombres
de negocios, banqueros, terratenientes o profesionales, cuya aspiración era
gobernar conforme a la ciencia política. Este grupo lo encabezaban José Ives
Limantour, Emilio Pimentel y Justo Sierra. Para 1907 Los
científicos promovieron su ideología, aliados con los grandes
terratenientes y capitalistas frente al deterioro de salud y edad avanzada de
Díaz.
Durante
los últimos periodos presidenciales de Porfirio Díaz se fueron cancelando en la
práctica derechos democráticos como la libertad de prensa, de reunión política;
el abandono de la vida social y económica tradicional de los sectores pobres de
la población fueron relegados a su marginalidad.
Si
bien durante el Porfiriato hubo un notable desarrollo industrial y crecimiento
económico nacional además de construcción de grandes obras, en cambio, la
salubridad pública, la educación y las condiciones de vida de la población pobre
y trabajadora fueron deteriorándose, ante tal situación en el movimiento armado
de 1910 fue posible a pesar de su inconsistencia estratégica, organizativa y
política.
1.3 Antecedentes y causas históricas de la Revolución
Mexicana.
1.3.1 Antecedentes históricos.
En
el Porfiriato, la burguesía representada por un reducido grupo de familias tanto
nacionales como extranjeras se apropió de la riqueza nacional a costa de obtener
el control político y económico de la estructura gubernamental; este tipo de
régimen cometió injusticias políticas, económicas y laborales con campesinos y
obreros para alcanzar los más altos índices de explotación laboral y opresión
económica.
la burguesía
como clase política se apoderó de espacios de poder económico y político para
afianzar su dominio, lo que generó contradicciones y los llevó a la
confrontación entre quienes se encontraban en el poder; entre quienes se vieron
favorecidos, pero a la vez sensibilizados por el saqueo de las riquezas
nacionales. Este enfrentamiento podemos ejemplificar con
Francisco I. Madero y los hermanos Flores Magón, estos últimos, quienes con un carácter de clase
distinto al de la clase política y con una aspiración de justicia social para
obreros y campesinos se habían convertido en los personajes visibles críticos
del régimen de Díaz.
Los
primeros levantamientos armados durante el Porfiriato, y que constituyeron
antecedentes de la revolución, se dieron entre 1887 – 1892, entre los que
destacan: el movimiento encabezado por el General Mariano Escobedo en Coahuila,
un conjunto de movimiento agrarios en el estado de Veracruz, Estado de México,
Sinaloa, Tamaulipas y Temochi, Chihuahua; así como en 1893 en el estado de
Guerrero.
En
1889 se funda el primer partido político de oposición a Porfirio Díaz en la
ciudad de San Luis Potosí, Partido
Liberal Ponciano Arriaga, por iniciativa de Camilo Arriaga. A la propuesta
se agrupan algunos intelectuales, profesionistas y estudiantes como Juan
Sarabia, Antonio Diaz Soto y Gama, Librado Rivera, los hermanos Flores Magón y
los hermanos Juan y Manuel Sarabia. En un principio retoman las ideas liberales
de la época de la Reforma y,
posteriormente, transitan al anarquismo.
En 1902 la
policía disolvió esta naciente agrupación tras celebrarse una asamblea en la
Ciudad de México. Sin embargo, en 1906 desde San Luis Missouri, los hermanos
Flores Magón, Antonio I. Villareal, Librado Rivera y Manuel Sarabia, entre
otros, reorganizaron al Partido Liberal Mexicano, y el 1º de julio de este mismo
año lanzaron su programa político, el cual contenía los más modernos conceptos
relativos a la política, la administración pública, economía y dotación de
tierras, protección del obrero, etc., además de lanzar el primer tiraje del
periódico “Regeneración” dirigido por los hermanos Magón.
Las publicaciones en
este periódico buscaron orientar a los sectores intelectuales movilizados en
torno a los obreros y campesinos por un espíritu
revolucionario.
Porfirio
Díaz había prohibido el derecho de huelga y formar organizaciones o realizar
cualquier tipo de manifestación para defender los derechos laborales. Pese a
esto, en junio de 1906 los trabajadores de las minas de Cananea estallaron en
huelga con la exigencia de aumento salarial y equidad laboral buscando que el
trato fuese semejante entre empleados mexicanos y norteamericanos durante las
jornadas de trabajo. Varios trabajadores murieron en esta lucha. El gobernador
encarceló a muchos obreros y envió a sus dirigentes a las mazmorras de San Juan
de Ulúa, de modo que esta rebelión obrera fue sofocada.
Sin
embargo, al año siguiente otra importante huelga estalló: obreros de Orizaba en
el estado de Veracruz y del estado de Puebla se unieron para luchar juntos por
mejores condiciones de trabajo en la fábricas textiles de Río Blanco. Sus
exigencias eran aumento salarial para hombres, mujeres y niños, así como la
reducción de la jornada de trabajo de dieciséis a catorce horas. Este movimiento
tuvo como resultado un importante número de heridos y muertos. El fallo del
presidente les fue adverso y los dueños exigieron el regreso de los trabajadores
a la fábricas.
En 1908 Porfirio Díaz concedió una famosa entrevista
al periodista estadounidense James Creelman en la que manifestó su agrado por la
formación de partidos políticos. Estas declaraciones alentaron a
muchos ciudadanos e intelectuales que empezaron a organizar algunos partidos
políticos, para el disgusto de Los
científicos, quienes consideraron poco prudente este
suceso.
Los
clubes y partidos democráticos y
antirreeleccionistas extendieron sus actividades por todo el país, y las
manifestaciones públicas se hicieron frecuentes. Francisco I. Madero aprovechó
esta situación y publicó su obra: La
sucesión presidencial en 1910 que tuvo buena aceptación entre los demócratas
y liberales y se preparó el terreno para la formación de un partido político
nacional capaz de hacer frente a Porfirio Díaz en las siguiente contiendas
electorales. Así fue como surgió el Partido Antirreeleccionista en la Ciudad de
México en 1909, y su lema era “Sufragio efectivo. No
reelección”.
Poco
antes de las elecciones de 1910, bajo el cargo de haber cometido una falta al
aún presidente Porfirio Díaz, Francisco I. Madero es encarcelado en Monterrey.
En realidad, se trataba de invalidar legalmente su candidatura. Es conducido a
San Luis Potosí y Porfirio Díaz es reelecto una vez más como presidente de
México, apoyado por Los
científicos.
Francisco I.
Madero es liberado y se traslada a San Antonio, Texas, lugar donde publica el 5
de octubre de 1910 el Plan de San
Luis, en el cual declaraba como ilegales las pasadas elecciones, convocando
al pueblo mexicano a levantarse en armas contra el gobierno de
Díaz.
La
sexta reelección de Porfirio Díaz, programada para junio-julio de 1910, fue el
detonador que terminó por dividir a la sociedad entre un movimiento democrático
(el Partido Antirreeleccionista, entre quienes se encontraba Francisco I.
Madero). Y uno conservador, el Partido Reeleccionista, que apoyaba a Porfirio
Díaz. El primero pugnaba por alcanzar libertades democráticas y por mayor
espacio político y económico para las nuevas generaciones, sin cabido en el
sistema político prevaleciente.
Sin embargo,
al darse cuenta Díaz de que el anti-reeleccionismo se había convertido en una
fuerza nacional, a pesar de haber ordenado el arresto de Madero y celebrado
elecciones donde se consumó un fraude a su favor (26 de junio de 1910), acabó
por reconocer su derrota política y renunció para salvar el régimen con los
Convenios de Ciudad Juárez, firmados en mayo de 1911.
El
26 de mayo, Díaz abandonó la ciudad de México rumbo al puerto de Veracruz, donde
partió rumbo al exilio en Francia el 31 de mayo. Murió en ese país el 2 de julio
de 1915
1.3.2 Causas históricas.
Las
causas directas de la Revolución Mexicana de 1910 son distintas, pero todas
tienen origen en la crisis reeleccionista del gobierno de Porfirio Díaz. En
particular debemos considerar las causas de tipo económico, político y
social.
1.3.2.1 Causas políticas.
· Anulación de
las libertades civiles. Se nulificaron las garantías individuales y se
limitó la libertad de la imprenta. La virtual anulación de la libertad y la
democracia, violando los principios del liberalismo
político.
· Centralización del poder. Se sometió al
poder Legislativo y Judicial y se centralizó el poder de toda la nación. Diaz
designaba personalmente a los funcionarios, gobernadores, presidentes
municipales y jefes políticos.
· Creación del
Partido de los Científicos. Apoyo la creación de este partido con fines de
seguir en el poder.
1.3.2.2 Causas económicas.
· Hegemonía de
los intereses capitalistas extranjeros. Tuvo lugar la penetración de
capitales extranjeros dedicados exclusivamente a la explotación de los recursos
naturales (minería, extracción de hidrocarburos, etc.), con lo cual la economía
dependía de los intereses de los capitales europeos y norteamericanos que
invirtieron en nuestro país, recibiendo protección por parte del gobierno y
descuidando los intereses de los pequeños capitalistas
nacionales.
· El
latifundismo. Un reducido número de latifundistas se adueñó de casi toda la
propiedad territorial de México, mientras que más de un millón de campesinos se
convirtieron automáticamente en peones de las haciendas.
· El
hacendismo. Las desventajas de la gran propiedad rural ejercieron sobre las
pequeñas propiedades ocasiono la permanente absorción de la pequeña propiedad
agraria por la grande.
· Sistemas
primitivos de explotación de la tierra. Uso de coas y arados de
madera.
1.3.2.3 Causas sociales.
· La
estratificación social. Durante este periodo la sociedad mexicana estuvo
prácticamente dividida en varias clases de acuerdo con el nivel económico y el
origen de cada una de ellas: la clase alta (aristocracia), la clase media,
conformada por pequeños comerciantes y, finalmente, la formada en su mayoría
por los campesinos y los trabajadores.
· Los
movimientos obreros y campesinos. Entre los que destacan las huelgas de
Cananea y Río Blanco. La ausencia de una ley laboral que protegiera al
trabajador y la prohibición de huelgas. La ley de Baldíos de 1883, las obras de
las compañías deslindadoras y la política de Porfirio Díaz, transformaron al
campesino en peón asalariado, obligándolo a comprar en las tiendas de raya y
despojándolos de sus tierras.
1.4 Principales grupos y actores de la Revolución Mexicana.
1.4.1 Francisco I. Madero y el Partido Antirreeleccionista.
Empresario y político, público en 1908 su obra La sucesión presidencial en 1910, la
cual tuvo buena aceptación por parte de los políticos demócratas; a partir de
este momento preparo el terreno para la formación de un partido político
nacional capaz de hacer frente al régimen de Porfirio Díaz. Por resultado obtuvo
la construcción del Partido Nacional Antirreeleccionista (PNA) que fue fundado
en la Ciudad de México en 1909 bajo el lema “Sufragio
efectivo. No reelección”. Previo a la contienda electoral en 1910, bajo el
cargo de conato de rebelión y ultraje a
las autoridades, Madero fue detenido por el gobierno de Díaz con el objetivo
de no tener competidores a la presidencia, mismas que volvía a
ganar.
Madero
desde San Antonio, Texas, pública el 5 de octubre de 1910 el Manifiesto a la
Nación, mejor conocido como el Plan de
San Luis Potosí, en el cual declaraba como ilegales las pasadas elecciones,
así como la necesidad de retirar del poder a Porfirio Díaz entre otras demandas
de relevancia para el grueso de la sociedad mexicana.
1.4.2 El movimiento campesino del estado de Morelos.
Debido
a que los recursos naturales del Estado de Morelos facilitaban la producción
azucarera, se incrementaron los latifundios asociados a esta actividad, para la
que se requiere de una considerable extensión de la tierra. Cuando el Plan
de San Luis Potosí fue conocido en el sureste mexicano, la demanda del
artículo tercero de este Plan, relativo a la abolición de la Ley de
Desamortización de Terrenos y Baldíos, con la cual los campesinos más pobres
perdieron sus tierras, se sintieron incluidos en la lucha de Madero. Por lo
tanto, decidieron integrarse a la rebelión de los sectores opositores a Díaz y
pelear sus derechos mediante el movimiento armado. Tres líderes agrarios se
levantaron en contra del gobierno: Gabriel Tepepa, Pablo Torres Burgos y
Emiliano Zapata.
1.4.3 Movimiento sociopolítico en la zona norte y centro del país.
Durante
la etapa colonial gran parte del periodo independiente, la zona norte se había
mantenido prácticamente autónoma en lo político y económico, el régimen
porfirista puso fin a las distintas condiciones de explotación de la tierra para
poder obtener mayor control político y económico. El sector productivo agrario
mantenía una diversidad de condiciones y relaciones de propiedad de la tierra,
dentro de las características del campesinado encontramos las siguientes formas
de producción en las regiones. También otros sectores productivos tuvieron
modificaciones en su organización e influencia en el movimiento
revolucionario.
· Campesinos libres, de antiguas colonias
militares.
Al
avanzar el Porfiriato, la amenaza de los apaches dejo de existir y la zona
fronteriza se tornó más tranquila; en consecuencia, el gobierno ya no necesitaba
de la ayuda militar de los campesinos libres, y exigía la expropiación de la
tierra que con tanto esfuerzo habían hecho producir. Con la llegada de los
ferrocarriles, la región norte sufre una gran transformación que afectó a los
campesinos de las antiguas colonias militares e hizo que perdiera no solo sus
tierras, sino también su autonomía política.
· Grandes latifundistas.
Los
campesinos indígenas recibieron cierta ayuda de los poderosos terratenientes
que, como Luis Terrazas y José maría Maytorena, estaban descontentos con el
gobierno porque los había desplazado de sus posiciones como jefes políticos
regionales. Ambos terratenientes, resentidos contra el régimen, alentaron la
lucha dirigiendo a sus bases campesinas.
Durante
el gobierno de Madero hubo varios levantamientos, entre los que destacaron el de
Pascual Orozco, quien tras ser nombrado por los agraristas jefe supremo de la
revolución, se sublevó en Chihuahua en marzo de 1912, y otras dos sublevaciones
auspiciadas por antiguos porfiristas, los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz
en Nuevo León y Veracruz respectivamente.
· Peones de la hacienda tradicional y
moderna.
Los
trabajadores de la hacienda tradicional en la zona norte, que disfrutaban del
nivel de vida superior al de los peones en las haciendas del centro y del sur
fueron afectados por las políticas económicas en los últimos años del
Porfiriato.
La
falta de arraigo y empleo permanente de los peones modernos fue el factor
importante en la decisión de este grupo rural en ese movimiento revolucionario,
ellos se asentaron en la zona de la laguna donde tuvo lugar el crecimiento
económico quizá más acelerado del periodo porfirista, y donde se pagaban los
salarios agrícolas más altos del país; aunque existía la tienda de raya, esta
era más un incentivo para traer la mano de obra que un medio de encasillamiento
para el peón. Algunos peones lograron mantenerse de forma permanente en las
haciendas modernas del norte, y al empezar la revolución, no se revelaron en
contra de sus hacendados, sino que lucharon junto con ellos para derrocar al
régimen porfirista.
La
División del Norte de Francisco “Pancho” Villa, que estaba conformada por
arrieros, caporales, mineros, ferrocarrileros, exfederales, trabajadores del
campo y católicos maderistas. Su programa agrario de 1915 contemplaba el reparto
de tierras a soldados, viudas y huérfanos.
· La alta clase media.
Los
integrantes de la clase media empresarial veían seriamente amenazado sus
capitales ante la perspectiva de que los científicos continuaron manejando las
finanzas del país. Para este grupo, la práctica de la democracia constituye la
única opción pacífica viable para desplazar el gobierno no solo al dictador sino
también a la selecta élite porfirista.
· Las clases media profesional y
obrera.
Las
clases media profesional y obrera industrial del norte se vieron afectadas por
la reducción de los salarios reales y la elevación de los impuestos al mismo
tiempo que disminuían sus oportunidades de ascenso en la escala social. El
descontento empezó a expresarse mediante una intensificación de los sentimientos
nacionalistas y un rechazo hacia los extranjeros, actitud provocada por la
creciente participación de los inversionistas extranjeros en la económica
mexicana, que desplazaba a los mexicanos de las fuentes de
empleo.
1.5 Programas y pensamientos políticos durante el proceso revolucionario.
1.5.1 Los hermanos Flores Magón, el Partido Liberal Mexicano y Regeneración.
De
acuerdo con lo mencionado anteriormente, los hermanos Flores Magón, que
encabezaban el Partido Liberal Mexicano, habían lanzado un programa en 1906, y
fue hasta 1910 el grupo de oposición más fuerte en contra del General Díaz. Su
programa tenía un contenido político sobre las luchas obreras y populares. El
medio que permitió la difusión de estas ideas fue el periódico Regeneración,
dirigido por Ricardo Flores Magón.
El
programa del Partido Liberal encuentra su máxima expresión en la etapa
precursora de la Revolución Mexicana, ya que ofrece ideas socioliberales,
algunas de las cuales posteriormente quedaron plasmadas como parte de nuestros
derechos sociales en la Constitución Mexicana de 1917, por lo que muchos
historiadores han considerado a Ricardo Flores Magón como uno de los precursores
de este movimiento. Por ejemplo, las siguiente cláusulas pertenecen a dicho
programa:
“21.
Establecer un máximo de ocho de trabajo y un salario mínimo
[…]
27.
Obligar a los patronos a pagar indemnización por accidentes de trabajo
[…]”
Para
1911 el movimiento obrero va perdiendo fuerza para dar paso a los campesinos,
con quienes los magonistas no lograron un acuerdo debido a sus diferencias
ideológicas anarquistas; las más evidentes parecen ser la religiosidad del
campesinado y su falta de individualidad.
1.5.2 Francisco I. Madero, el Partido Nacional Antirreeleccionista y el Plan de San Luis Potosí.
Con
los Convenios de Ciudad Juárez únicamente se eliminó a Porfirio Díaz, más no a
todos sus seguidores, que quedaron alojados en el gobierno interino que encabezó
Francisco León de la Barra tras la renuncia de Díaz. Aconsejado por algunos
generales porfiristas, ordenó el desarme del ejército revolucionario y mantuvo a
algunos gobernantes y caciques en distintas entidades del país. Este gobierno
interino fue causante del distanciamiento entre el jefe del Ejército Libertador
del Sur, Emiliano Zapata, y Madero.
De
la Barra envió al general Victoriano Huerta para obligar a Zapata a deponer las
armas. Madero trató de intervenir para mediar la situación, pero la actitud
intransigente de Huerta le acarreo dificultades con Zapata, que receloso de
Madero, condiciono soltar las armas hasta ver cumplidas las demandas agrarias de
los campesinos planteadas en el Plan de Ayala.
El
6 de noviembre de 1911 Francisco I. Madero asume la presidencia de México, tras
una reñidísima campaña donde compitieron cuatro partidos: el
Antirreeleccionista, el Constitucional Progresista, y el Partido Católico, donde
Madero era propuesto para presidente con diferentes fórmulas, y finalmente,
compitió también el Partido Reyista que lanzo la candidatura del general
Bernardo Reyes.
Al
llegar a la presidencia, Madero cometió un grave error al aceptar a todo el
personal político, administrativo y militar que gobernaba al país en el régimen
del Porfirismo, quienes los presionaron y Madero olvido a sus antiguos
compañeros de armas, que se desilusionaron al ver el incumplimiento de los
postulados del Plan de San Luis. Empezó a recibir fuertes críticas a través de
la prensa, donde se le acusaba, particularmente, de no proceder a la restitución
de las tierras que los latifundios habían arrebatado a los campesinos. Sin
meditar sus respuestas, Madero hizo declaraciones que no solo provocaron la
división del sector revolucionario, sino que el mismo fue víctima de la ambición
del grupo que había conservado al asumir la presidencia.
En
el Plan de San Luis Potosí expresaba
elementos de programa político que referían a demandas políticas y económicas
que diversos sectores de la sociedad exigían se llevaran a cabo, algunos de
ellos eran:
- Declaraba nulas las elecciones de
1910.
- Desconocía el gobierno de Porfirio Díaz y su
autoridad.
- Exigía el sufragio efectivo y la no
reelección.
- Exigía mejorar la administración
pública.
- Buscaba la restitución de las tierras a sus antiguos
propietarios; en su mayoría, comunidades indígenas.
- Pretendía iniciar la insurrección armada en contra
del régimen opresor el 20 de noviembre de 1910, a las 6 de la
tarde.
1.5.3 Emiliano Zapata, el movimiento campesino del sureste del país y el Plan de Ayala.
Emiliano
Zapata es uno de los líderes más importantes y más popular de la Revolución
Mexicana. Representante del movimiento agrario, por medio de la luchar armada
vio la oportunidad de darle a los campesinos lo que la justicia les negaba:
tierra para trabajarla. Se integró al movimiento revolucionario seguido de miles
de campesinos en todo el país.
Al
triunfo de Madero en 1910, los hacendados morelenses conjuraron contra Zapata,
haciendo creer al gobierno de la Barra que era un bandido rebelde a la
autoridad. El gobierno le ordeno entregar las armas y Zapata se negó a obedecer,
argumentando que no se habían cumplido las promesas
agrarias.
Al
asumir Madero la presidencia y declararse contrario a la solución del problema
agrario para confiscar las tierras de los hacendados, Zapata resolvió desconocer
a Madero. Concentró sus fuerzas en Ayoxustla, Puebla, donde el 28 de noviembre
de 1911 firmó el Plan de Ayala para
justificar su movimiento agrario.
El
plan desconocía a Madero como jefe de la revolución y como presidente de la
República; reconocía a Pascual Orozco, pero de no aceptar este, el propio Zapata
dirigiría el movimiento; ratifico la adhesión al Plan de San Luis, pero con
algunas modificaciones relativas a la restitución de tierras a los pueblos que
hubieran sido despojados de ellas, a la expropiación de estas, previa
indemnización, para ser otorgadas a los campesinos y fomentar el progreso y el
bienestar de los mexicanos. Su lema fue “Tierra y Libertad”. Firmaban este
documento los generales Emiliano y Eufemio Zapata, Otilio Montaño (autor del
Plan) y otros más.
Las
exigencias de Zapata de llevar a cabo la realización de los postulados agrarios
del Plan de Ayala motivaron a continuar la lucha armada. El general Pablo
González, encargado de pacificar al Estado de Morelos, atacó a los zapatistas
durante los años de 1917 y 1918. El coronel Jesús Guajardo, bajo las órdenes del
general González, tendió una emboscada a Emiliano Zapata, asesinándolo el 10 de
abril de 1919. Los campesinos seguidores de Zapata fueron encarcelados poco
tiempo después.
1.5.4 Revolución y contrarrevolución.
Durante
el periodo de Madero hubo varios levantamientos, entre los que destacaron el de
Pascual Orozco, quien tras ser nombrado por los agraristas jefe supremo de la
revolución, se sublevó en Chihuahua en marzo de 1912, y otras dos sublevaciones
auspiciadas por antiguos porfiristas, los generales Bernardo Reyes y Félix Díaz
en Nuevo León y Veracruz respectivamente. Para someter los levantamientos,
Madero nombró como ministro de guerra a Victoriano Huerta, quien actuó con
fuerza en contra de numerosos campesinos.
Del
9 al 18 de febrero de 1913 se llevó a cabo la insurrección en la Ciudad de
México contra el gobierno de Madero. Durante diez días de lucha en la Plaza de
la Ciudadela entre los rebeldes y los soldados del general Huerta, quien había
sido enviado por Madero, causó miles de muertos. A este suceso se le conoce como
La Decena Trágica. El embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, fungió
como mediador entre el general Huerta y el general Félix Díaz quien comandaba la
insurrección. Se destituyó a Madero y Victoriano Huerta, quien asumió la
presidencia provisional y ordenó el arresto y asesinato de Madero y Pino Suárez
la noche del 22 de febrero de 1913.
Durante
el tiempo que Huerta estuvo al frente del gobierno no fue reconocido por
Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, y se levantó en armas y proclamó el
Plan de Guadalupe el 27 de febrero de 1913.
El
pan desconocía a Huerta como presidente de la República, a los poderes ejecutivo
y legislativo, y a los gobernadores que no secundaran el Plan de Guadalupe.
Reconocía a Carranza como Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, mismo
que, al triunfo fungiría como presidente interino de la República, encargándose
de convocar oportunamente a elecciones en todo el país. Obregón se sumó al
Ejército constitucionalista. El gobierno de Estados Unidos se negó a reconocer a
Huerta y este buscó el apoyo de Inglaterra. Estados Unidos decidió bloquear el
puerto de Veracruz el 21 de abril de 1914 después de algunas victorias como la
toma de Zacatecas y Torreón por el Ejército de la División del Norte, encabezado
por Villa, así como los del general Obregón, entre los que se encontraban la
ocupación de Guadalajara, Colima, Tepic y Culiacán. Huerta comprendió que era
imposible resistirse y presentó su renuncia el 15 de julio de 1914. Dejo el
mando al Lic. Francisco S. Carbajal, quien duró un mes en el poder. Con el
Tratado de Teoloyucan se acordó la rendición de la capital y la disolución del
Ejército Federal. El 15 de agosto de 1914 las tropas constitucionalistas
hicieron su entrada a la Ciudad de México.
Al
llegar a México, Carranza asumió el poder ejecutivo; reorganizó el gabinete y,
considerando que era necesario dialogar con los jefes revolucionarios, convocó a
una convención. Carranza aceptó que esta se llevara a cabo en Aguascalientes de
10 de octubre al 9 de noviembre de 1914, debido a la petición que hicieron los
delegados de Villa y de Zapata. En esta convención se acordó que Villa como
Carranza se retiraran de la revolución, dejando a cargo de la presidencia a
Eulalio Gutiérrez. Ninguno de los dos acepto; Carranza desconoció los acuerdos
de Aguascalientes y se dirigió al puerto de Veracruz. Los convencionistas
ocuparon la Ciudad de México y Eulalio Gutiérrez integró su gabinete, nombrando
a Villa como jefe del Ejército Convencionista. Zapata también llegó a la capital
a apoyar a Gutiérrez.
En
el puerto de Veracruz, Carranza estableció la sede de su gobierno. Obregón lo
apoyó y fue nombrado Jefe de Operaciones del Ejército Constitucionalistas.
Después de muchas cruentas batallas entre villistas y carrancistas durante los
meses de 1915, y luego de la salida de los zapatistas de la Ciudad de México,
Carranza abandonó Veracruz para establecer en la Ciudad de Querétaro, la capital
del país, el 1 de enero de 1916. Obregón fue designado ministro de guerra con el
cargo de gobernar la ciudad de México también. El gobierno norteamericano
reconoció a Carranza.
La
Revolución Mexicana fue eminentemente social; nació de protestas airadas contra
el régimen de Porfirio Díaz, fueron brotando entre los distintos sectores
sociales del país y, al mismo tiempo fueron surgiendo nuevas ideas que buscaban
un cambio social. Entre las principales tendencias sociales de nuestra
revolución podemos destacar las siguientes:
1. Una distribución justa de la tierra y de los
recursos naturales.
2. Un sistema político basado en la
democracia.
3. Protección de los derechos de la clase obrera frente
al poder del capital.
4. Una educación al servicio del pueblo, que supere la
vida moral y cultural de la nación.